El arte de soltar: Por qué duele tanto y cómo empezar hoy a sanar

¿Te cuesta cerrar ciclos? Aprende por qué duele soltar y descubre 3 pasos prácticos para dejar ir el pasado y recuperar tu paz mental hoy mismo.

SANAR EL PASADO

Gabriel Soler

12/26/20253 min read

Como soltar y dejar ir
Como soltar y dejar ir

La historia de Camila

Camila guardaba una caja de zapatos debajo de su cama desde hacía ocho meses. Dentro no había zapatos, sino un museo de su dolor: una carta escrita a mano, una pulsera de hilo desgastada y un recibo arrugado de una cena que, en su momento, parecía el inicio de algo eterno.

Cada vez que Camila sentía que lo extrañaba, sacaba la caja. Se decía a sí misma: “Solo estoy recordando”, “es para no olvidar lo bueno”. Pero la realidad era muy distinta. Cada vez que abría esa caja, Camila reabría una herida que estaba tratando de cerrar.

Estaba regresando voluntariamente al lugar del accidente para ver si esta vez el final era diferente. Hasta que una noche, cansada de llorar por el mismo recuerdo, entendió que esa caja no guardaba amor; guardaba su incapacidad para avanzar.

¿Por qué nos cuesta tanto soltar a quien ya se fue?

Soltar es, posiblemente, una de las tareas más difíciles del ser humano porque va en contra de nuestra programación biológica. Nuestro cerebro está diseñado para buscar seguridad y apego. Cuando perdemos algo —una pareja, un trabajo, una amistad—, el cerebro lo interpreta como una amenaza a nuestra supervivencia.

El dolor de soltar no proviene solo de la ausencia de la persona, sino de la renuncia a la esperanza. Soltar implica aceptar que la inversión emocional, de tiempo y de energía que hicimos, “no dio resultados”. Nos cuesta soltar porque, en el fondo, creemos que si dejamos de sufrir, estamos traicionando lo que sentimos. Creemos erróneamente que el dolor es una medida de nuestro amor: “si me duele mucho, es porque lo amé mucho”. Pero el dolor prolongado no es prueba de amor, es prueba de resistencia al cambio.

La diferencia entre perder y soltar (Cambio de mentalidad)


Es crucial entender esta distinción. “Perder” es un hecho involuntario; algo se va sin tu permiso. “Soltar” es una decisión voluntaria; tú abres la mano.

Cuando te quedas estancado, estás viviendo en la pérdida. Cuando decides soltar, estás recuperando tu poder. Soltar no significa borrar el pasado ni fingir que no existió. Soltar significa dejar de vivir dentro de ese pasado.

Es mirar la historia, agradecer (o perdonar) lo sucedido y cerrar el libro para poder escribir en una página nueva. Mientras tengas las manos ocupadas aferrándote a lo que ya no está, no tendrás manos libres para recibir lo que viene.

3 pasos para empezar a soltar hoy

1. Ponle nombre a lo que sueltas

La ambigüedad alimenta el estancamiento. No digas “estoy soltando todo”. Sé específico. Escribe en un papel: “Hoy decido soltar la esperanza de que él cambie”, “Hoy suelto la idea de que fui insuficiente”, “Hoy suelto el miedo a quedarme sola”. Al nombrarlo, le quitas poder al fantasma.

2. Cierra las puertas digitales (Contacto Cero)

Vivimos en una era donde olvidar es casi imposible si no tomamos medidas. Ver sus historias de Instagram, revisar su última conexión en WhatsApp o buscar fotos viejas son formas de auto-tortura. El “contacto cero” no es inmadurez, es higiene mental.

Si no puedes bloquear, silencia. Archiva chats. Guarda las fotos en una memoria externa y dásela a una amiga para que te la guarde. Necesitas que tu cerebro deje de recibir estímulos de esa persona para empezar a desintoxicarse.

3. Sustituye el vacío con nuevos hábitos

El vacío que queda al soltar es real. Si antes pasabas tus noches hablando con esa persona, ahora tendrás un silencio incómodo. El error es intentar llenar ese silencio con pensamientos obsesivos.

Debes llenarlo con acción. Si a las 10:00 PM te entra la ansiedad, ten un plan: “A las 10:00 PM leeré 10 páginas de un libro” o “Escribiré en mi diario”. No elimines la rutina vieja, sustitúyela por una nueva que te aporte valor.

Conclusión

Soltar duele, pero sostiene menos que aferrarse a algo que nos lastima. Hoy es un buen día para dejar de revisar la caja de recuerdos y empezar a crear momentos nuevos. Tu paz es más importante que tu pasado.